Hoy os traigo un plato muy completo, que podéis tomar incluso de plato único, o acompañado de unos entremeses por ejemplo.
Ingredientes para 4 personas:
12 placas de lasaña precocidas.
500 gr de espinacas congeladas.
Una cebolla grande.
Piñones.
Queso rallado.
Tomate frito o salsa de tomate.
Sal.
Para la bechamel:
leche
3 cucharadas soperas colmadas de harina de trigo.
Aceite de oliva
Sal
una cucharada de postre de mantequilla.
Preparación:
En una cazuela, calentamos un poco de aceite de oliva y pochamos la cebolla bien picada con un par de dientes de ajo a los que quitamos el germen. Cuando se doran los ajos, bajamos el fuego y añadimos las espinacas (que previamente hemos cocido en agua hirviendo según nos ponga en las instrucciones del paquete), para rehogarlas unos cinco minutos. Añadimos un poco de sal y reservamos.
En una sartén, a fuego medio, ponemos la base de aceite de oliva y añadimos las tres cucharadas de harina. Cuando esté un poco tostado (sin que llegue a quemarse), añadimos un chorro de leche y bajamos el fuego, y damos vueltas sin parar con una cuchara de palo hasta que adopta la textura de una pasta muy espesa, momento en el cual añadimos un chorro algo menor de leche, y la mantequilla. Repetimos lentamente hasta que adquiera una textura de crema espesa, y añadimos sal. Si han quedado grumos podéis meter la batidora o las varillas. Antes de que se enfríe, separamos un poco para añadirlo a las espinacas.
Preparamos las placas según las instrucciones (suele bastar con dejarlas en agua caliente unos diez minutos) y cuando estén listas las escurrimos en un paño limpio. Me suele bastar con unas doce placas (cuatro por piso).
En una fuente para horno, ponemos la base con salsa de tomate. A continuación, encima, ponemos una capa de placas de lasaña, y encima otra de espinacas, fina, bien repartida. Repetimos el proceso hasta que hayamos colocado las cuatro capas. Ahora, encima de la última capa de placas de pasta, ponemos el resto de la bechamel cubriendo todo por completo. Cuando esté un poco frío, ponemos encima queso rallado y piñones al gusto.
Por último, basta con gratinar en el horno y servir. Espero que lo disfrutéis, y contadme qué tal si lo probáis. Besos.
Ingredientes para 4 personas:
12 placas de lasaña precocidas.
500 gr de espinacas congeladas.
Una cebolla grande.
Piñones.
Queso rallado.
Tomate frito o salsa de tomate.
Sal.
Para la bechamel:
leche
3 cucharadas soperas colmadas de harina de trigo.
Aceite de oliva
Sal
una cucharada de postre de mantequilla.
Preparación:
En una cazuela, calentamos un poco de aceite de oliva y pochamos la cebolla bien picada con un par de dientes de ajo a los que quitamos el germen. Cuando se doran los ajos, bajamos el fuego y añadimos las espinacas (que previamente hemos cocido en agua hirviendo según nos ponga en las instrucciones del paquete), para rehogarlas unos cinco minutos. Añadimos un poco de sal y reservamos.
En una sartén, a fuego medio, ponemos la base de aceite de oliva y añadimos las tres cucharadas de harina. Cuando esté un poco tostado (sin que llegue a quemarse), añadimos un chorro de leche y bajamos el fuego, y damos vueltas sin parar con una cuchara de palo hasta que adopta la textura de una pasta muy espesa, momento en el cual añadimos un chorro algo menor de leche, y la mantequilla. Repetimos lentamente hasta que adquiera una textura de crema espesa, y añadimos sal. Si han quedado grumos podéis meter la batidora o las varillas. Antes de que se enfríe, separamos un poco para añadirlo a las espinacas.
Preparamos las placas según las instrucciones (suele bastar con dejarlas en agua caliente unos diez minutos) y cuando estén listas las escurrimos en un paño limpio. Me suele bastar con unas doce placas (cuatro por piso).
En una fuente para horno, ponemos la base con salsa de tomate. A continuación, encima, ponemos una capa de placas de lasaña, y encima otra de espinacas, fina, bien repartida. Repetimos el proceso hasta que hayamos colocado las cuatro capas. Ahora, encima de la última capa de placas de pasta, ponemos el resto de la bechamel cubriendo todo por completo. Cuando esté un poco frío, ponemos encima queso rallado y piñones al gusto.
Por último, basta con gratinar en el horno y servir. Espero que lo disfrutéis, y contadme qué tal si lo probáis. Besos.
Qué rico!
ResponderEliminarAquí leyendo la receta en voz alta para que me la haga mi madre porque yo soy un desastre.
EliminarSaludos