Torrijas de mi abuelo.

En mi casa por estas fechas ponemos al abuelo (y a la abuela también) a trabajar para hacer tuppers y tuppers de torrijas. 
Como vivo algo lejos le he preguntado por su receta, para ir calentando antes de las vacaciones de Semana Santa. 
También he revisado un montón de recetas por internet, youtube, libros e incluso preguntando cómo lo hacen en sus casas a amigos y conocidos. Hay muchas variedades, tantas como gente que lo hace, sobre todo en cuanto al tipo de pan, y cómo preparar la leche para remojar.
He incluido dos variedades para rematar las torrijas: unas con miel y otras rebozadas con azúcar y canela; aunque realmente la gochada máxima (y no por eso menos delicioso) sería ponerlas todo junto  y para dentro.





Ingredientes (para unas 12 torrijas):

  • Una barra de pan (usé una barra tipo molde especial para torrijas de la confitería del barrio)
    Dos vasos de leche (usé semidesnatada).
  • Tres o cuatro cucharadas soperas de Brandy o Cognac.
  • Una cucharada sopera de azúcar blanco para la leche. 
  • Tres huevos.
  • Aceite de girasol suave para freír.
  • Miel para poner por encima.
  • Azúcar blanco y canela en polvo para poner por encima.

Preparación:

Cortar la barra en rebanadas de aproximádamente 3-4 cm de grosor.
En un plato hondo mezclar la leche con la cucharada de azúcar y el Cognac o Brandy (un poco al gusto, pero sin pasarse, bastarán unas 3-4 cucharadas soperas. Se puede añadir poco a poco e ir probando hasta que coja el punto deseado). En otro plato hondo batir los huevos.

Remojar las rebanadas en la leche. En este caso al haber usado un pan tipo "pan de molde" y no barra normal, el tiempo de tenerlas a remojo es mucho menos que si se usa un pan de barra normal duro del día anterior, para evitar que se quede demasiado blando y empapado y se rompa. Mi recomendación es bañarlo dándole alguna vuelta con la mano hasta que empiece a ablandar pero la rebanada mantenga su consistencia.
Después pasar las rebanadas por el huevo por ambos lados, asegurando que cubre bien toda la superficie, incluidos los lados.

Este sería el punto de dorado más o menos.
Freir en una sartén con abundante aceite de girasol a fuego medio-fuerte, que las cubra casi por
completo. Apenas un minuto por cada lado bastará, vigilando que se doren, pero sin llegar  a quemarse. Mejor freirlas de dos en dos o incluso de una en una si la sartén es pequeña, para evitar que se enfríe de golpe el aceite. Absorberían mucha grasa y no se freirían bien.

Retirar con dos tenedores o espumadera y pasar a un plato con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.

Colocar en una bandeja o fuente y bañar con miel al gusto antes de que se enfríen. La otra opción es rebozarlas con una mezcla de azúcar blanco (unas 4-5 cucharadas soperas) con una cucharada sopera de canela molida, mientras aun están calientes.


A por ellas, en todas sus variedades.


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