Albóndigas de pollo japonesas




Hola.
Hoy os pongo una receta de albóndigas de pollo japonesas (Tsukuné) que he adaptado de uno de los libros de cocina que tengo en casa. Se llama "Tokyo: las recetas de culto" de Maori Murota  (ed. Lunwerg). Tiene muchas recetas más allá del sushi que no son difíciles de hacer (alguna sí) y tienen una pintaza.
He cambiado algún ingrediente para facilitar las cosas sin tener que buscar demasiados ingredientes exóticos. A ver si os gusta.





Ingredientes (para unas 3-4 raciones):

  • 500 gr de pechuga de pollo limpia (unas dos pechugas).
  • Una cebolla morada.
  • 1 cucharada de café de aceite de sésamo. 
  • 1 cucharada sopera de salsa de soja.
  • 1 cucharada sopera de Mirin (se puede comprar hecho en la sección de sushi del super. Yo lo hago mezclando vinagre de arroz con azúcar en proporción 5 cucharadas soperas de vinagre y una de azúcar).
  • 1 cucharada de café de harina de maíz.
  • Media cucharada de Jengibre en polvo.
  • Sal.
  • Medio huevo batido.
  • Aceite de girasol para freír.


Para la salsa:

  • 50 ml de Mirin.
  • 50 ml de Salsa de soja (normal, a ser posible sin mucha sal).
  • 2 cucharadas de azucar blanco (vale también azúcar moreno).
  • 2 cucharadas de harina de maiz.
  • 1 cucharada sopera de salsa de ostras (la venden en Mercadona).
  • Medio vaso de agua para rebajar la salsa.



Preparación:
Picar el pollo fino con un cuchillo o en la termomix o picadora. Añadir la cebolla muy picada, el aceite de sésamo, la salsa de soja, la cucharada de Mirin, medio huevo batido, la cucharada de Maizena, el jengibre y un poco de sal.


Hacer bolas no muy grandes (si está muy pegajoso, mojarse un poco las manos para hacer las bolas).
Freír en sartén grande por ambos lados a fuego medio-alto para marcar la parte de fuera (que estén doradas).  Retirar de la sartén a un plato y reservar.
En la misma sartén y con ese aceite, bajar el fuego (o retirar un rato del fuego) y añadir los 50 ml de Mirin, la salsa de soja y de ostras, el azúcar y la maizena. Dar vueltas con cuchara de palo o varillas, a fuego suave, hasta que empiece a espesar. Añadir agua de poco en poco esperando a que espese de nuevo antes de añadir más. Con esto haremos más cantidad y rebajaremos el punto tan salado de la salsa de soja y ostras. Cuando tenga consistencia espesa, pasar a un bol con un colador para eliminar los restos sólidos.
Servir acompañadas de arroz hervido, y verter la salsa con una cuchara encima de las albóndigas en el momento de comerlas. Se puede decorar con semillas de sésamo, amapola, cebollino picado o en el caso de la foto con hojas de rúcula picadas.

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