Tarta de queso estilo "El Cañadío"

Hola.
Sin duda en los últimos meses he visto que esta tarta está de moda. Ya he oído de bastantes sitios donde la ponen, con alguna variación, pero en definitiva se trata de una tarta de queso al horno que por dentro está deshecha y se sirve templada (con erótico resultado culinariamente hablando).
Por mi cumple este año fui a cenar a La Primera, un restaurante en Madrid del grupo de Paco Quirós "Cañadío" (en Santander)  que mola mucho, y donde sirven la que al parecer es una de las tartas de queso más famosas de nuestro país. Desde luego que se merece la fama, porque después de probarla fui a casa a buscar cómo se hacía para poder darme un capricho así siempre que pueda (y si mi páncreas lo permite).

En mi búsqueda he visto muchas recetas diferentes, muy parecidas en su conjunto, pero con alguna variación, sobre todo en el tipo de queso que añaden. En algunas añaden algo de queso azul (no se cómo sabría eso, pero lo probaré), otras queso curado, y otras solo queso crema o suave, como la que os pongo aquí. 

Esta tarta ya es leyenda.





Ingredientes (para una tarta redonda de unos 20 cm):

  • 400 gr de queso tipo Filadelfia (mejor del normal, que no sea light).
  • 150 gr de queso fresco (tipo de Burgos).
  • 400 ml de nata de mínimo 35 % de mat. grasa.
  • 120 gr de azúcar blanco.
  • 4 huevos grandes.
  • 200 gr de galletas María doradas.
  • 150 gr de mantequilla sin sal.


Preparación:
Os vendrá muy bien un molde con aro desmoldable, como este.
Forrar el molde de la tarta con papel sulfurizado (de horno), al menos los laterales, para facilitar luego el desmoldar, y untar la base y laterales con mantequilla. Precalentar el horno a 180 ºC aprox, por arriba y por abajo, y mejor sin ventilador.



Triturar las galletas completamente (un paquete entero son aprox 200 gr) con una picadora o robot de cocina. Derretir la mantequilla unos segundos en el microondas y mezclar con el polvo de galletas en un bol. Repartir la mezcla por la base de la tarta apretando con una cuchara o el culo de un vaso compactando lo más que podamos, y que quede plano.

En un bol mezclar el resto de ingredientes (nata, queso, huevos y azúcar) y batir con batidora o robot de cocina hasta que quede una mezcla homogénea. Verter encima de la base de galleta.



Meter en el horno a altura media unos 35-40 minutos (depende del horno). Mirar de  vez en cuando (sin abrir el horno al ser posible) y si se está dorando demasiado o muy rápido la parte de arriba, cubrir los últimos 10 minutos aproximádamente con papel albal (solo por encima, sin cerrarlo del todo).

La tarta debe tener consistencia de flan al sacarla del horno, no hay que pensar que está poco hecha. Lo que buscamos es que al partirla lo de dentro se desparrame en el plato, como si fuera un coulant de chocolate. Por eso, aunque os parezca que al sacarla está demasiado líquida, hay que tener en cuenta que el propio calor de la tarta va a seguir cocinándola y cuajando su interior, y cuanto más se tarde en servirla más sólida estará.

Dejar reposar unos 10 minutos hasta que esté tibia y desmoldar CON MUCHO CUIDADO para servir. Hay que comerla en el acto para aprovechar el efecto "coulant". Si sobra se puede guardar en el frigo y comer más tarde o el día después como mucho, aunque ya estará cuajada del todo.





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